Históricamente, la estructura de acero de los buques ha actuado como una barrera impenetrable para la conectividad, convirtiendo a las embarcaciones en gigantescas jaulas de Faraday que bloquean las señales tradicionales como el Wi-Fi. Esta limitación ha obligado a la industria marítima a depender de infraestructuras cableadas costosas y complejas, cuya instalación requiere kilómetros de cableado, perforaciones en mamparos estancos y semanas de inactividad técnica. El informe elaborado por Thetius y ScanReach aborda cómo esta dependencia del cable ha frenado la digitalización real a bordo, creando puntos ciegos críticos en la seguridad de la tripulación y la monitorización de activos.
La solución disruptiva presentada se basa en la tecnología de malla inalámbrica (Wireless Mesh) de baja energía, diseñada específicamente para penetrar y propagarse a través de entornos de acero complejos. A diferencia de los sistemas tradicionales que requieren un punto de acceso conectado por cable en cada ubicación, esta tecnología utiliza nodos plug-and-play que se comunican entre sí para formar una red robusta y redundante. Esto permite digitalizar un buque completo en cuestión de horas en lugar de semanas, eliminando la necesidad de dique seco para su instalación y habilitando una columna vertebral digital flexible para futuras aplicaciones IoT.
En el ámbito de la seguridad, el impacto es inmediato y cuantificable mediante soluciones como ConnectPOB. La capacidad de localizar a cada miembro de la tripulación en tiempo real transforma los protocolos de emergencia, pasando de recuentos manuales propensos a errores a una visibilidad digital instantánea. Los casos de estudio destacan cómo esta tecnología reduce drásticamente los tiempos de reunión en simulacros y emergencias reales, permitiendo a los capitanes tomar decisiones basadas en datos precisos sobre la ubicación del personal, especialmente en situaciones críticas donde la visibilidad es nula o el acceso es peligroso.
Desde una perspectiva operativa y de sostenibilidad, la «inteligencia inalámbrica» desbloquea el acceso a datos que antes eran económicamente inviables de capturar. La red permite el despliegue de sensores ambientales en zonas de difícil acceso, como bodegas de carga o salas de máquinas, para monitorizar desde la integridad de la carga hasta el consumo de combustible en tiempo real. Esto no solo facilita un mantenimiento predictivo y una reducción del desperdicio, sino que proporciona la trazabilidad y los datos verificables que exigen las nuevas normativas ESG y los fletadores, convirtiendo la conectividad a bordo en una ventaja competitiva estratégica.
“La conectividad a bordo no debe ser un obstáculo técnico, sino una herramienta que transforme la cultura de seguridad reactiva en una gestión proactiva en tiempo real, donde la eliminación de los cables desbloquea la verdadera visibilidad operativa del buque.”
Las principales aportaciones y contribuciones son:
- La tecnología de malla inalámbrica (Wireless Mesh) supera las limitaciones físicas de las estructuras de acero (jaulas de Faraday), permitiendo una transmisión de datos fiable a través de mamparos y cubiertas sin la necesidad de instalar la compleja infraestructura de cableado que requieren los sistemas Wi-Fi convencionales.
- Se demuestra una reducción drástica de costes y tiempos de implementación al eliminar la necesidad de tirar kilómetros de cable y realizar perforaciones en la estructura, permitiendo la instalación completa de la red IoT en un buque operativo en cuestión de horas en lugar de las semanas requeridas para soluciones cableadas.
- La implementación de sistemas de localización de personas a bordo (ConnectPOB) permite reducir los tiempos de reunión (mustering) en más de un 60% durante las emergencias, proporcionando a los oficiales una visión en tiempo real de la ubicación de cada tripulante y automatizando el recuento que tradicionalmente era manual y propenso a errores.
- El caso de estudio de Olympic Subsea valida la tecnología en entornos operativos reales, destacando cómo la visibilidad digital de la tripulación mejora no solo la seguridad durante las operaciones de perforación y construcción, sino también la eficiencia de los simulacros y la gestión de recursos humanos a bordo.
- La red permite la integración sencilla de sensores ambientales de terceros (como en el caso de la monitorización de ganado o carga refrigerada con sensores Ruuvi), facilitando el control de condiciones críticas como temperatura, humedad y gases peligrosos en espacios que anteriormente eran puntos ciegos operativos.
- La solución actúa como una «columna vertebral digital» escalable que evita el bloqueo tecnológico (vendor lock-in), permitiendo a los armadores añadir nuevas aplicaciones y sensores a la red existente a medida que evolucionan sus necesidades, sin requerir nuevas inversiones en infraestructura base.
- La capacidad de obtener datos en tiempo real sobre el consumo de combustible y el rendimiento de los activos (ConnectFuel) permite pasar de informes estáticos basados en el «papel» a una toma de decisiones dinámica, facilitando el cumplimiento de normativas medioambientales cada vez más estrictas y mejorando la calificación ESG de la flota.
- Se establece una redundancia operativa crítica, ya que la red de malla interna funciona de manera autónoma e independiente de la conexión satelital del barco, asegurando que los datos de seguridad y monitorización interna sigan fluyendo y estando disponibles para la tripulación incluso si se pierde la conexión barco-tierra.
“Las operaciones conectadas empiezan por lo inalámbrico. Es el medio por el que los buques pasan de sistemas reactivos a redes inteligentes que protegen a las personas, los activos y la disponibilidad operativa.”


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